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Noisy le Roi debe su nombre a los nogales que producía su tierra. La forma antigua “Noisy” es “ Noisiaco” que proviene de “Nucetum”: nogueral.
Los hallazgos de sílex labrados en el territorio de los municipios de Noisy-le-Roi y de Bailly (un municipio vecino), dan testimonio de la presencia humana desde el comienzo de la prehistoria. Durante mucho tiempo cubierto por el antiguo bosque de las « Yvelines », el territorio de nuestro municipio se encontraba en la época gala al límite de la ciudad de los «Carnutes» y de la ciudad de los « Parisis » (después llamada París)* y servía de zona de caza para nuestros antepasados. Sin duda el pueblo de Noisy no data de la época galo-romana, pero sí que aparecen las primeras menciones de Noisy en documentos escritos en 1136, en el cartulario de Porrois.
Al final del siglo XIII aparece la familia de Villeneuve. En 1285 Philippe, hijo de Pierre, llega a ser señor de Bailly, de Noisy y de Chene-Rogneux, en el valle de Gallie. Por enlaces matrimoniales, el patrimonio de los Villeneuve aumenta.. En el siglo XIV, Noisy sufre los estragos de la guerra de los «Cien Años». En su territorio se hallaba una fortaleza vinculada probablemente, como la de Saint-Nom y la de Bailly, al Castillo de la Montjoie, el cual fue incendiado dos veces por los ingleses en 1346 y 1431. La peste negra de 1438 agotó la región y aniquiló la población.
Sólo a comienzos del siglo XVI, Noisy y Bailly se convierten en señoríos distintos. En 1526, Noisy es vendido a Guillaume Poyet, un abogado del rey en el Parlamento de París, que será encarcelado por malversaciones en 1545 en la Bastilla. Sus tierras pasan al dominio real, en concreto a manos de Anne de Pisseleu y luego de Diane de Poitiers, favoritas de los reyes de Francia François I y Henri II. En 1558, los herederos de Diane traspasan el señorío de Noisy a Albert de Gondi, futuro Gran Chambelán y Mariscal de Francia. En esa misma época, Francia se encuentra desgarrada por las guerras de religión, en las que el partido católico y el protestante se oponen con una violencia que llegará a su culminación en 1572 con la matanza de San Bartolomé.
Albert de Gondi, descendiente de una familia florentina llegada a Francia a principios del siglo XVI y que se convierte en Barón de Retz al casarse, goza de la confianza de Catalina de Médicis, también de origen florentino. Es uno de los consejeros más cercanos al rey Charles IX y uno de los que le aconsejarán hacer asesinar al Almirante de Coligny y a los principales jefes hugonotes.
A partir de esa época y durante un siglo, Noisy conoce el período más rico de su historia. Albert de Gondi adquiere sistemáticamente las tierras próximas a las de la residencia real de Saint Germain-en-Laye y, a partir de 1575, hace construir en Noisy un castillo con grandes dependencias donde permanecerán en varias ocasiones la Reina-Madre y sus hijos, el rey Henri II y el Duque de Alençon, así como el Duque y el Cardenal de Guise.
Es en el castillo de Noisy donde el Cardenal Pierre de Gondi, hermano de Albert, negocia en 1592 con los jefes de los partidos católicos y protestantes y con el legado del Papa la tregua firmada en 1593 que conducirá a la abjuración de Henri de Navarre futuro Henri IV.
En los años 1590, Albert de Gondi trae artistas italianos para diseñar magníficos jardines y construir una gruta adornada con tritones, sirenas y delfines que vierten agua en una gran concha de piedra. El conjunto da idea* de la evolución del arte del Jardín Francés fuertemente inspirado por el espíritu del Renacimiento Italiano y Florentino.
El Castillo de Noisy pasa a ser entonces, por su situación, disposición y el encanto de su jardín y de su gruta, uno de los más hermosos de Francia y llega incluso a ser calificado como “ adorno mayor del país”.
Bajo el reinado de Henri IV, los Gondi pierden su influencia política y el castillo sólo será frecuentado en adelante por los escritores y artistas de quienes amaba rodearse la Duquesa de Retz, mujer de gran cultura. Albert de Gondi, viejo y gravemente enfermo, muere en 1602. Muerto su hijo mayor en un duelo, es su nieto Henri quien hereda el señorío de Noisy. Claude Marguerite, hija de Albert y joven viuda del señor de Meignelay, se convierte durante mucho tiempo en el ama de casa del castillo. Es a ella a quien Henri IV, temeroso de una epidemia de peste en Saint-Germain, confía en 1607 el cuidado de sus hijos, a los que visitará con frecuencia durante sus jornadas de caza en Villepreux.
El señorío de Noisy permanecerá en la familia de los Gondi hasta mediados del siglo XVII. Un nieto de Albert, Jean-François Paul, entra a su vez en la Historia: destinado al rango de eclesiástico a pesar de sus gustos mundanos y de una fe incierta, es nombrado Coadjutor de París y pronto confirma su talento como conspirador. Durante la minoría de edad de Louis XIV en la época de las 2 “Frondes”, de 1648 a 1652, el castillo de Noisy es un foco de intrigas donde se reúnen Jean-François de Gondi, el parlamentario Brousset, la duquesa de Longeville, hermana del “Grand Condé” , y su hermano, el príncipe de Conti.
Después del fracaso de la “Fronde”, Jean-François de Gondi continúa sus intrigas, a pesar de ser ordenado cardenal, y Louis XIV le obliga al exilio. No se podrá mantener en el cargo de Arzobispo de París pero sus ”Memorias” lo sitúan entre los mejores escritores de su tiempo.
Su tío, propietario del castillo, muere en 1654 y sus herederos traspasan el señorío de Noisy a François Bossuet, sobrino del gran escritor y prelado Bossuet. Después de mezquinas especulaciones y al no poder asumir sus deudas, sus bienes son embargados. El castillo de Noisy es entonces adjudicado en 1675 al Rey Louis XIV quien, al año siguiente, compra la tierra de Noisy. Un decreto del 20 de mayo de 1676 incorpora Noisy al dominio real. Por eso Noisy pasa a ser Noisy le Roi (“Noisy el Rey”) y Bossuet será el último señor de Noisy.
Alrededor de 1680, Louis XIV pone el castillo a disposición de sus hijos. De esta época le viene el nombre al camino y a la alameda que conducen al castillo, le “Chemin des Princes”(“Camino de los Príncipes”). La belleza de las perspectivas que se podían contemplar desde Noisy le Roi fue alabada por los contemporáneos. Madame de Maintenon pide al Rey el castillo para instalar en él su pensionado de jóvenes nobles pobres. Louis XIV lo manda arreglar para acoger a un centenar de jóvenes damas. Le Notre es encargado de diseñar los jardines y huertos para satisfacción de Madame de Maintenon. Los cortesanos acuden al castillo, pero las órdenes son estrictas e incluso el mismo Rey, una vez que se presenta a la puerta sin haber sido anunciado, tiene que esperar hasta que la Superiora sale a recibirle.
Por esta época el Rey, preocupado por el estado de la nobleza, funda en París Les Invalides (“Los Inválidos”) para los oficiales viejos o heridos, y crea las compañías de Cadetes para los hijos de gentilhombres. Desea también ampliar el pensionado de Noisy para educar a doscientas cincuenta señoritas, pero Noisy le Roi carece de agua y no puede asumir un proyecto tan extenso. Se compra entonces un dominio en los alrededores de Versalles en 1685 y al acabarse las obras, la comunidad de Noisy se traslada a los edificios de Saint Cyr así nombrados, el 26 de julio de 1686. Después de la salida de Madame de Maintenon, el castillo de Noisy le Roi queda prácticamente abandonado y pierde todo su esplendor. Las dependencias albergan a las jaurías para la caza del ciervo. Louis XIV hace frecuentes visitas al lugar y al final de su vida viene con la Infanta Marie. Testigos de esa época son los enormes castaños que el Rey hizo plantar al norte de Noisy le Roi.
En 1708 el rey ofrece el castillo al señor de Charmillart, Secretario de Estado del Departamento de la Guerra pero éste, asustado por los gastos necesarios para su restauración, no lo acepta. El castillo cae entonces en un abandono total y las pocas obras de restauración emprendidas quedan sin terminar.
En 1732 el rey ofrece el castillo a Monsieur Leroy, teniente de caza del parque de Versalles, con la condición de correr con los gastos de su demolición, que se lleva a cabo y deja muy pocos restos del castillo. Con los materiales recuperados, Monsieur Leroy manda construir el pequeño castillo que todavía existe en la esquina de la calle Le Bourblanc con la plaza Rambaud.
La parroquia de Noisy le Roi se convierte en municipio después de la promulgación de la ley del 17 de diciembre de 1789. Forma parte de la comarca (“cantón”) de Marly, a su vez incorporada al distrito de Versalles en enero de 1790. Este mismo año, cuando se venden los “bienes nacionales”, la casa del guardia del castillo es comprada por Louis Eleonor Criton, teniente de alcalde, que llega a ser un notable del municipio. Por tradición popular da involuntariamente su nombre a la puerta del castillo, único vestigio hoy visible. Sin embargo, dicha puerta recibió recientemente una denominación más conforme con la historia: Porte des Gondi.
A lo largo del siglo XIX, Noisy le Roi no queda afectado por los cambios de regímenes políticos. Fuera del vasto movimiento de expansión industrial, el municipio conserva su carácter esencialmente rural.
Durante la guerra de 1870-71, Noisy le Roi es ocupado durante un tiempo por un destacamento bávaro. Después de esta guerra, se reorganiza el cinturón fortificado de París. Y se construyen varias obras militares en el bosque de Marly, una de las cuales es la Batterie (batería) de Noisy, invadida hoy por la vegetación. Está ubicada al norte del pueblo entre la Puerta de los Gondi y la autopista del oeste (A13).
En la misma época y por las mismas razones estratégicas se construye el ferrocarril de la “Grande Ceinture” (“el gran cinturón”) alrededor de París. La línea que comunica con Noisy le Roi se abre al tráfico de viajeros y mercancías en 1882 entre Versalles y Poissy, pero en 1936 se cierra el servicio de viajeros. La apertura de la estación de la “Grande Cinture” trajo en su época una importante reorganización del centro de Noisy le Roi, con la apertura de la avenida Beaussieux –hoy en día avenida del General de Gaulle– y la edificación del ayuntamiento actual, terminado en 1886.
Entre las dos guerras mundiales, numerosas fincas hortícolas se instalan en Noisy de tal manera que Noisy le Roi estuvo a punto de cambiar su nombre por “Noisy le Fleuri” (Noisy el Florecido). Durante la guerra de 1939-1945, numerosos habitantes de Noisy (noiseens) entran en la Resistencia. Es así como el joven André Le Bourblanc fue asesinado por la GESTAPO en 1944. Para perpetuar su recuerdo la calle principal de Noisy le Roi lleva hoy su nombre.
A partir de 1961, el municipio se transforma notablemente con la creación de pequeños conjuntos de viviendas tales como los de la Gaillarderie y de L’Orée de Marly. El número de habitantes aumenta de 950, en 1959, a 3.065 en 1969. En el censo nacional de 1975 se cuentan 5.587 habitantes. Estable en el censo de 1982, la población ha seguido aumentando principalmente con la creación del barrio del Parc en 1985 y, en los últimos años, el de la Quintinye, con los que la población ha llegado hasta los 9.000 habitantes aproximadamente.
En el umbral del tercer mileno, la pequeña cuidad de Noisy Le Roi, mirando hacia el futuro, pero también guardando la memoria de su pasado, ha sabido encontrar un justo compromiso entre su desarrollo inevitable y el respeto a su patrimonio.
Noisy le Roi: Al Correr del Tiempo, CJNR 07_12_2003
Presentation de Noisy le Roi
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